Andurreando, andurreando por esos mundos interiores de nuestro pueblo se encuentran cosas curiosas, peeeeeeeerrrrrrrooooooo llamativas, llamativas. Un precinto, ñosssssss, a quién, por qué, pero y la ley, la justicia, etc, etc, etc. Quién, pues alguien que representa a la ley y el oorrrrrrrrrrden, pero que hace lo que le viene en gana. La obra, pues del sr. Junior, policía comisionado que no quiere estar en Valsequillo. Policia que entró en unas opos algo dudosas y que lo pusieron en el sitio que está por arte de magia. Claro, desde que se fueron los suyos dejó de estaaaaaaaaaarrrrrrrrr contento, dejó de sentiiiiiiiiiiirssssssssseeee feliz y se fue del pueblo. La verdad, la verdad, tampoco los ciudadanos de este pueblo estaban contentos con él por sus modos y maneras. El tema, temita, tema, es que se sumó a la misma dinámica de otros amiguete de las filas de su partido afín, al sr. Toscano que también habla de legalismos, de legalidad, etc. etc, pero que hacen obras ilegales y les tienen que abrir expedientes o paralizarlas. Están buuuuuuuueeeeeeeeenos estos muchachitos para dar ejemplo. Guarden una cría de ellos. Aaaaahhhhhhhhhhh, es que ellos están exentos de todo, ellos están exonerados de cualquier norma, pueden hacer lo que quieren. O aquí todos somos igualitos ante la ley o rompemos la baraja. Dito, sea dios.
No dicen que apostemos por un Valsequillo mejor, pues eso, a currarlo. O es que lo de mejor es solo para ellos. Si es así punto en boca y que sigan los privilegiados e iluminados.
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