¿Y DE LA BASURA QUÉ?

Se puede entender que haya gente que esté en contra de que un concurso público se lo lleve una gran empresa casi multinacional. Se entiende perfectamente que se lo lleve alguien de la tierra. Lo que no se puede entender es que se pretenda una ilegalidad para darle una concesión a quién convenga. Un concurso público, es como queda claro, público, por lo que puede apostar cualquiera. Quien haga una mejor oferta se lo lleva. Los políticos que estén en una mesa de contratación, tanto del gobierno como de la oposición votan en función de los informes que hacen los técnicos a medida que se van ejecutando los pasos que establece la ley. Según toda la información que hay en la calle esto es así.

Lo que está claro es que a quien pierde no le gusta, pero el que no sabe competir y desconoce el juego limpio, pues le da igual. Embarra y empantana hasta decir basta, hasta el  infinito y más allá, aunque no tengan ni un pizco de razón. Tal es así que tanto la oposición como la empresa Rampe, familiares&company cayeron en el insulto, el ataque, la presión, la coacción para embarullar todo el proceso.

Al final, los empresarios de Rampe mantienen un trabajo que no se merecen tal como se comportaron y por el cual pujan muchos valsequilleros. Muchos, muchos lo desean, más como está el mercado laboral hoy en día. De hecho, en la calle siguen diciendo barbaridades de quienes gobiernan, menos bonito de todo, pero la realidad es que el servicio de limpieza de Valsequillo requería un cambio. Papá ayuntamiento lo pagaba todo, maquinaria incluida, lo nunca visto para un servicio como la basura.

Con respecto a este servicio estamos viviendo en un Valsequillo mejor y el que no lo quiera ver que se ponga gafas de buzo. No termina una fiesta, una romería, una verbena y ya están detrás las máquinas haciendo la limpieza. Sí, sí, las máquinas, no la escoba, la hoja de palmera, ni el cepillo. Ahora van barredora, soplador, pistola de agua, etc., etc. Ahora sí que hay un servicio en toda regla.

¿Y ahora qué?, tampoco se dice nada, todo el mundo calladito para que les entren moscas. Hablando, hablando con los vecinos se oyen comentarios: ahora sí, ahora está todo limpito, ahora se ve el trabajo, ahora tenemos contenedores limpios, ahora sí que se nota, etc., etc. Y eso que algunos van haciendo marranadas por ahí y no respetan los pasos y contactos a seguir para tirar tal o cual cosa. El ayuntamiento debería sacar una ordenanza y hacer entrar en vereda a esos incívicos. Con unas cuantas sanciones y darle publicidad mejoraría todo.